Hoy tenía preparado un artículo sobre escritura, trabajo y familia, pero me ha sucedido algo al corregir el primer borrador de Mariposas de Acero que me obliga a cambiar la planificación. Y es que, a pesar de lo bien que hagas las cosas, lo bien que escribas y lo bueno que seas, nada te prepara para los problemas que te van a surgir al corregir tu primer borrador.
Corregir tu primer borrador
Como seguro que ya sabes, estoy a punto (me falta un 30%) de terminar de corregir el borrador de mi siguiente novela. Al no ser la primera que escribo, ya tengo ciertas rutinas que hacen mi escritura más fiable que cuando empecé. Edito día a día, escribo el tiempo y la cantidad óptimos para mí y he sufrido la corrección de varios profesionales que han pulido algunos de mis fallos más recurrentes.
Y, a pesar de todo eso, me acabo de estampar con un gran escollo al corregir ese primer borrador. Porque la escritura, a pesar de mis intentos por ingenieralizarla y convertirla en un proyecto con fases muy bien delimitadas, es un proceso creativo que se niega a dejar que lo dominen.
Así que, después de contarte cuál ha sido ese problema, quiero intentar transmitirte cuáles son los problemas que más me frustraron, frustran y frustrarán para cuando vayas a corregir tu primer borrador.
El problema: un abismo en la narrativa
Alguna vez te he hablado de mi proceso de escritura. El resumen rápido es que no me hago unas escaletas al uso ni muy detalladas, pero tengo siempre en mente la estructura general de mis proyectos. Sé cuál es el rumbo aproximado y sé cuáles son mis puntos de contacto.
Por eso, cuando escribo, disfruto descubriendo el camino de mis protagonistas como un padre (no me odies, Chiki :P) que acompaña a sus retoños mientras crecen. Los educo, les doy directrices, pero ellos me llevan a sitios que no había planteado.
Sin embargo, la esencia del camino permanece inalterable porque quiero que el proceso de corregir el primer borrador no sea un proceso de reescribirlo todo, solo de ajustarlo.
El caso es que esta vez, en el capítulo 7 de 11, me he encontrado con un enorme vacío en la trama. No es que el camino esté mal trazado, que los puntos no estén conectados o que haya cometido un error de estructura… ¡es que me he dejado por escribir un trozo!
No tengo muy claro cómo pudo pasar, pero el caso es que tengo entre manos un salto en el contenido muy grande que no va a tener un arreglo sencillo.
Así que antes de contarte cómo lo voy a resolver, déjame contarte cómo puedes enfrentarte a eso de corregir tu primer borrador y salir victorioso.
1. Ten claro cómo debe ser tu historia
No hace falta que tengas una escaleta detallada ni un plan milimétrico, pero sí debes saber lo que tienes que esperar de tus personajes y de tu historia.
Las sorpresas están bien para los detalles, no para la foto general.
¿Por qué?
Porque si no tienes esa certeza de cómo quieres que nazca, avance y muera tu historia, corres un riesgo terrible de que eso de corregir tu primer borrador se convierta en escribir tu historia desde cero.
2. ¿Quién lleva la voz cantante?
Otro punto del que me cuido mucho desde mi primera novela, es vigilar cuánto peso se lleva cada subtrama. Lo hago antes, durante y después de escribir.
El protagonista es el protagonista y su historia debe pesar mucho más que las demás.
¿Por qué?
Porque, cuando te pongas a corregir tu primer borrador, puedes tener una crisis existencial sobre quién debería contar la historia. ¿Y si ese personaje secundario que habla más de la mitad del libro fuera en realidad el verdadero protagonista?
Una pregunta de ese tipo mientras corriges tu borrador es demoledora y puede hacer que en vez de añadir 5.000 palabras a tu borrador tengas que reescribir 50.000
3. El narrador
Este punto debería ir el primero por lo que implica al corregir tu primer borrador. A mis alumnos se lo cuento en el curso para aprender a escribir ciencia ficción y a ti te lo conté hace unos meses en cómo podías elegir el mejor tipo de narrador para tu historia de ciencia ficción: el narrador es una pieza esencial en cualquier historia.
Antes de avanzar en tu historia asegúrate de que has elegido el narrador correcto.
¿Por qué?
Porque cuando vas a corregir tu primer borrador, descubrir que el narrador está mal elegido es… mortal.
Te lo digo yo, que lo he vivido en mis carnes. Y no con un borrador cortito, sino con un borrador de 143.000 palabras. Fue terminar, leer el primer capítulo y decir ¿por qué coño habla en primera persona?
Ahí sigue ese borrador, en el mismo cajón en el que lo dejé.
4. Describe, no seas vago
Algo que yo tengo asumido, es que mi primer borrador es bastante parco en descripciones. Mi primera escritura busca ver avanzar la trama sin pararse demasiado en hacerlo todo bonito. Eso me lleva a que, durante el proceso de corrección, tenga que escribir bastante más de lo que me gustaría.
No es difícil, porque solo tengo que engalanar algo que ya está hecho, pero enlentece un proceso que no es agradable.
¿Por qué?
Por lo que acabo de decirte: el proceso de corregir tu primer borrador no es agradable. Releer, buscar fallos, encontrarlos, corregirlos… cuanto más te facilites la vida, mejor para ti.
5. No le dejes notas a tu futuro yo
Algo de lo que abusaba al principio, era de dejarme notas en las partes complicadas para resolverlas más adelante y no quedarme atascado mientras escribía. Y eso es un grave error.
¿Por qué?
Cuántas más cosas dejes en el aire, más inconexa e incoherente será tu historia y, por tanto, más difícil será el proceso de corregir tu primer borrador. Ten en cuenta que corregir no es agradable ni divertido y cuanto más fácil te lo pongas, mejor será para ti.
6. Busca objetividad fuera
Aún haciéndolo todo como un campeón, te encontrarás con un problema que tenemos todos los escritores: no somos objetivos con nuestro propio texto.
Como te dije en la serie de artículos sobre los pilares de la autopublicación, corregir es un proceso del que no todo lo puedes hacer tú. La gramática y la ortografía es posible que puedas, pero el estilo y la estructura interna…
Tengas o no tengas problemas al corregir tu primer borrador, necesitas que alguien revise tu texto para corroborar que tus impresiones son correctas o sacarte de tu error.
¿Por qué?
Todos necesitamos seguir aprendiendo. Y la mejor manera es que un profesional nos revise y nos diga qué hacemos mal, qué hacemos bien y qué podríamos mejorar.
Por una parte necesitamos un corrector que sepa de manera objetiva si nuestro estilo es correcto o no y por otra necesitamos lectores profesionales (o semiprofesionales) que nos digan con sinceridad si nuestra historia está equilibrada, si tiene lagunas, si se entiende, si es caótica, si…
¿Cómo he resuelto yo mis problemas?
Después de enfriar mi mente, he usado una de las muchas herramientas fantásticas que trae Scrivener consigo para hacer dos cosas:
- Observar la estructura completa de la novela
- Reorganizar las escenas del punto oscuro
- Planificar las escenas que hacen falta
Ver cuánto ocupaba cada parte, dónde terminaba y empezaba qué y el ritmo de avance que estaba llevando me ha servido para encontrar lo que me hacía falta.
El problema no era tan grande como parecía, era solo que el contenido estaba desordenado. Cuando he encajado las piezas (escenas) en su sitio, he visto que no necesito escribir las 10.000 palabras que me habían parecido en un principio. Van a bastar 1.500 o 2.000 para dejarlo todo bien atado.
Eso sí, necesitaré que mis lectores cero confirmen que he hecho bien. Porque yo ya no soy objetivo y, para mi desgracia, se exactamente lo que va a pasar después, lo que pasa y no he contado y hasta cómo huele el pelo de mis personajes.
En definitiva
Cuanto más cuidado tengas antes de terminar, más fácil te será corregir tu primer borrador. Y aún así, te recomiendo que cuentes con las manos, los ojos y la mente de un profesional (o varios) que te ayuden a contar la historia que quieres contar.
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