Una de las cosas más importantes para el mantenimiento y buen funcionamiento de un teclado, es su limpieza. Hoy, después de limpiar los míos a fondo, te enseño (con fotos) cómo limpiar un teclado mecánico y uno de membrana.
Porque si quieres que te dure años y esté como el primer día, no puedes dejar que absorba toda la porquería que le cae semana tras semana sin hacer nada.
Y sí, aunque creas que eres pulcro y limpio en tu entorno de trabajo, los teclados atrapan una cantidad de suciedad increíble.
Qué necesitas para limpiar un teclado mecánico
En este artículo vamos a hablar de dos tipos de limpieza: una a fondo y otra periódica más ligera. Para poder llevarlas a cabo, necesitas varios utensilios.
Aquí te voy a enseñar los que uso yo y más adelante ampliaré la información de cada uno de ellos y te daré alternativas caseras que funcionan casi tan bien como estas. También hablaremos de otros utensilios que se suelen recomendar y de por qué creo que estos son mejores alternativas.
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Cómo limpiar un teclado mecánico
Como decía al principio, por muy limpio que seas o creas que eres, los teclados (mecánicos o de membrana) reciben suciedad por un tubo. Polvo, caspa y pelo en el mejor de los casos; migas, restos de comida, líquidos, etc. en el peor.
Además, nuestra piel, nuestros dedos, dejan siempre una pequeña película de grasa y pequeños trozos de piel seca. Teniendo en cuenta los miles de veces que golpeamos las teclas cada día, durante muchas horas y casi todos los días de la semana, entenderás que de igual lo limpio que seas: tu teclado se va a ensuciar.
Por eso es importante limpiarlo de vez en cuando y, una vez cada varios meses, realizar una limpieza en profundidad.
Los primeros pasos se corresponden con la limpieza suave y la lista completa con la limpieza en profundidad.
0. Desconecta el teclado
Antes de empezar, asegúrate de que el teclado está desenchufado. Tanto para proteger tus datos (no quieres ponerte a golpear todas las teclas con el ordenador encendido), como para proteger el hardware del teclado.
En los teclados mecánicos esto es muy sencillo, porque la gran mayoría son teclados cableados. Bastará con que desenchufes el teclado de tu ordenador antes de empezar.
1. Quita el polvo y las partículas sólidas
Lo primero que conviene eliminar es el grueso de la suciedad del teclado. Durante años utilicé varios spray de aire comprimido como este:
Hasta que me di cuenta de que, poco a poco, estaba gastado tanto o más de lo que cuesta un soplador de polvo. Así que decidí hacer algo por mi bolsillo y por el medio ambiente y lanzarme a por uno. Mi modelo ya no se fabrica, pero este es muy parecido:
Hay quien utiliza aspiradores pequeños (como este mini aspirador de teclado), pero el resultado es peor. No tienen tanta potencia de succión y las teclas impiden que salga gran cantidad de porquería (razón por la cual darle la vuelta al teclado tampoco es una buena opción). Por eso soplar el polvo es más efectivo a la hora de limpiar teclado mecánico.
Además, el soplador de polvo sirve para mucho más que para limpiar teclados. Yo lo utilizo en toda la electrónica y, sobre todo, para limpiar mi colección de LEGOs y otros elementos decorativos de mi casa en los que pasar un paño se antoja complicado.
2. Elimina los restos superficiales
Aunque el soplador quita gran cantidad de suciedad, al final hace falta frotar la superficie de las teclas y el teclado con algo más.
Puedes utilizar un trapo o paño de microfibra para eliminar esa suciedad.
Te recomiendo que sea un trapo de microfibra para que no dejes más resíduos de los que vas a quitar. Y te lo digo por experiencia, usar papel o un trapo normal no es la mejor de las opciones.
3. Limpia los restos de grasa de tus dedos
Da igual que hablemos de la grasa normal que tienen nuestros dedos o de la grasa que puedas dejar por la comida que hayas cogido. En ambos casos, necesitas ampliar la limpieza anterior con algún producto más específico.
En pasos posteriores te contaré cómo hacerlo en profundidad, pero para una limpieza superficial basta con que utilices el típco limpiador de pantallas.
Un poco de spray limpia pantallas en el teclado, pasar el paño que traen, y listo. Eso sí, hazlo después de haber quitado el polvo y los residuos sólidos. Si no, el líquido y el trapo ensuciarán más que limpiar.
Si no tienes, un poco de alcohol bastará (del de farmacia, no del que te bebes los fines de semana).
Hasta aquí los pasos para una limpieza periódica del teclado. Ahora pasemos a la limpieza en profundidad.
4. Quita las teclas del teclado
Para poder limpiar un teclado como es debido, necesitas quitarle las teclas. ¿Cómo quitar las teclas de un teclado? Muy fácil, basta con que te hagas con una de estas pequeñas herramientas: un extractor de teclas.
Una similar o, en su defecto, unas pinzas que tengas por casa. El problema de las pinzas es que pueden rallar las teclas, por lo que siempre es mejor utilizar una herramienta de plástico.
Cuando las tengas, basta con que claves el quita teclas encima de una tecla hasta que oigas un click y luego solo tienes que tirar hacia arriba para desprenderla.
Eso sí, ten cuidado con las teclas grandes, porque hay marcas de teclados que las sujetan con unas barras metálicas adicionales (como Razer) que tienes que quitar con más cuidado. Los teclados Corsair, por ejemplo, no usan esas barras metálicas y quitar las teclas es mucho más fácil.
5. Lava las teclas
Cuando tengas todas las teclas fuera del teclado, llena un pequeño balde con agua templada/caliente y échale unas gotas de jabón quita grasas. Aquí hay muchas alternativas, algunas específicas para este tipo de piezas, pero lo que todos tenemos en casa es Fairy o algún producto similar.
Echas unas gotas en el agua, metes dentro las teclas y las dejas reposando durante varias horas.
Luego, cuando ya estén limpias, bastará con que las saques a un paño o alguna superficie porosa en la que dejarlas secando al aire libre. Puedes aprovechar para frotarlas de forma individual, pero al final tendrás que dejarlas al aire.
6. Limpia los switches del teclado
Con las teclas quitadas, llega el momento de limpiar la base del teclado como es debido. Para eso te harán falta cuatro cosas. Tres ya las hemos mencionado (soplador de polvo, paño de microfibra y líquido limpiador) y la tercera es la más esencial de las tres:
Un set de cepillos para teclado. En caso de que no tengas o no quieras comprar, bastará con cualquier cepillo de cerdas duras que puedas tener. Un cepillo de dientes viejo, los cepillos que traen las máquinas de afeitar para su limpieza…
Cuando lo tengas, cepilla con cuidado entre cada uno de los switches del teclado para desprender la suciedad más persistente y liberar los pelos y pestañas que hayan podido quedarse atrapados. Luego sopla la base del teclado con el soplador, para que se vaya toda la suciedad, y después utiliza el limpiador con un paño para limpiar bien el aluminio o plástico de tu teclado.
7. Monta tu teclado de nuevo y disfrútalo
Con todo esto, ya estás en condiciones de volver a colocar las teclas de tu teclado mecánico para volver a disfrutar de él.
El proceso, como has visto, es bastante largo y suele dar mucha pereza hacerlo. Yo aprovecho los fines de semana o momentos de trabajo en los que necesito meditar mis siguientes acciones para hacerlo.
¡Ah, sí! Deberías tener un segundo teclado de repuesto para trabajar en caso de necesidad. Ahora mismo yo estoy escribiendo este artículo mientras la teclas de mi Corsair K70 están en remojo, utilizando el teclado de Apple que venía con mi iMac Pro.
Un teclado que te enseño a limpiar ahora mismo.
Cómo limpiar un teclado de membrana
A diferencia de los teclados mecánicos, los teclados de membrana tienen mucha menos libertad de limpieza. Eso puede parecer bueno (¡menos trabajo para mí!), pero en realidad no lo es.
Al no poder acceder al interior de cada tecla, existe la pequeña posibilidad de que estas se atasquen o se rompan porque les entre algún elemento externo. Obviamente, cuanto mejor ensamblado está el teclado, más difícil es que suceda. Con los teclados de Apple no me ha pasado nunca, pero con los teclados del portátil de trabajo que tenía hace años sí que sucedía.
En cualquier caso, también conviene limpiar los teclados de membrana de vez en cuando.
¿Cómo?
1. Elimina el polvo superficial
Usar un soplador es un poco excesivo en estos casos. Si lo tienes, genial, pero si no lo tienes, bastará con que soples el teclado o utilices un paño de microfibras para eliminar la suciedad física (polvo, migas, pelo…).
2. Limpia la grasa de las teclas
Utilizando, como antes, un producto limpiador adecuado para dispositivos electrónicos (el limpia pantallas que te decía bastará), pasa un paño por toda la superficie del teclado.
Asegúrate de que el teclado está desconectado antes de hacerlo.
3. Limpia las juntas de las teclas
Como no puedes quitar las teclas, la limpieza de un teclado de membrana es algo más tediosa que la de un teclado mecánico.
En estos tendrás que utilizar un bastoncillo o hisopo para frotar los perímetros de cada una de las teclas.
Podrías usar un cepillo, como antes, pero los teclados de membrana son menos robustos que los mecánicos y podrías dañarlo. Yo prefiero utilizar unos hisopos normales y corrientes, mojados en limpiapantallas en caso de que esté muy sucio, para esto.
Personalmente uso bastoncillos para bebé, pero cualquiera bastará. Empecé a usarlos cuando nació mi primera hija y me acostumbré a ellos.
4. Y ahora que lo has limpiado…
Plantéate cambiar a un teclado mecánico para trabajar. Son mejores, tratan mejor tus manos y tus dedos y a la larga lo agradecerás.
¿Por qué?
Te lo cuento aquí
En resumen
Igual que limpias tu mesa, tu despacho o tu casa, el teclado con el que trabajas día tras día se merece que lo cuiden. No solo para que esté limpio, sino para que funcione mejor y dure más tiempo.
Cuanta menos suciedad se acumule entre las teclas o dentro de los interruptores del teclado, más tiempo te durará.
En mi casa, al menos, los teclados mecánicos se cambian por aburrimiento, nunca porque dejen de funcionar.
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