Cada vez que voy a escribir una historia, me encuentro siempre con el mismo dilema: ¿qué tipo de narrador usar? La respuesta, lejos de ser tan trivial como parece, tiene consecuencias directas y vitales en el futuro de esa historia.
Así que, para ayudarte a decidir qué tipo de narrador usar en tus historias de ciencia ficción, he extraído esta guía de mi curso para aprender a escribir ciencia ficción para elegir al cronista de tus aventuras.
¿Cuántos tipos de narrador hay?
Existen varias maneras de agrupar los tipos de narrador que hay: según cómo habla (1ª persona, 2ª persona, 3ª persona), según lo fiables que son (confiables y no confiables)… A mí, personalmente, me gusta agruparlos según quién es la persona que hay detrás de ese narrador.
Así que, antes de empezar a hablar del tipo de narrador concreto, déjame que te haga un breve repaso de los tipos de narrador que tienes a tu disposición.
- Narrador omnisciente
- Narradores equisciente
- Narrador en primera persona
- Narrador en segunda persona
- Narrador en tercera persona
En entradas posteriores (si así lo quieres) te hablaré de cada uno de ellos por separado.
Para poder decidir qué tipo de narrador necesita tu historia de ciencia ficción necesitarás hacerte 3 preguntas.
¿Qué sabe tu narrador?
Para poder estructurar tu historia, necesitas saber hasta dónde llegan los conocimientos de tu narrador. Cada tipo de narrador puede conocer ciertos aspectos de tu relato, pero no todos los tipos de narradores conocen los mismos detalles.
No es lo mismo plantear una historia en la que vas a mezclar varias subtramas con la misma importancia (por ejemplo Juego de tronos), que una historia con una trama principal y varias secundarias (como el Criptonomicón), que una historia con una única trama (cómo Amanecer rojo). En cada caso puede que necesites un narrador que no te sirva para otro.
Si quieres que lo sepa todo, de todos, ya sabes que necesitarás un tipo de narrador omnisciente. Pero, ¿qué pasa si cada trama es independiente entre sí? ¿Qué haces si no quieres compartir información? ¿Y si quieres compartirla?
Aquí entran en juego muchos factores, pero la siguiente pregunta te ayudará a inclinar la balanza por un tipo de narrador u otro.
¿Conoces a tu narrador?
Con esta pregunta deberías poder decidir si quieres un narrador omnisciente o no.
Fíjate que no estoy asociando el tipo de narrador omnisciente con una historia compleja y llena de subtramas, sino con una historia en la que el narrador sabe todo y no va a estar involucrado en modo alguno con el relato. El matiz, aunque pequeño, tiene mucha importancia a la hora de escoger al narrador.
Y es que conocer, o mejor dicho, no conocer al narrador implica que tu manera de contar los hechos va a ser muy aséptica, sin juicios de valor ni interpretaciones personales. Vas a explicar lo que sucedió tal y como sucedió. Y vas a hacerlo sabiendo todo lo que sucedió.
Era el narrador preferido de la ciencia ficción de los años 50, y es un narrador que a día de hoy no se ve demasiado a menudo.
Pero si tienes claro que el lector y tú vais a conocer al narrador, que es un personaje reconocible, entonces tienes que preguntarte lo siguiente.
¿Quién será mi narrador?
Aquí tienes solo dos opciones: que el narrador sea tu protagonista o que el narrador no sea tu protagonista.
Y con narrador protagonista, me refiero a la persona de referencia de la trama concreta. Porque, tal y como te he dicho en el punto uno, Juego de tronos tiene varios narradores, varias tramas y tantos protagonistas como tramas tiene el libro.
Pero a lo que voy: si quieres que tu lector se acerque a las vivencias de tu protagonista de una manera directa, que empatice con sus problemas y que vea cómo los resuelve, entonces tienes claro que tu narrador no será omnisciente y que será tu protagonista (o algo parecido).
Opción 1: narrador protagonista
Si quieres que tu protagonista sea el que cuente los hechos, debes preguntarte: ¿Cuánto quiero que mi narrador se acerque al lector?
Narrador cercano
Hay veces en las que quieres que la empatía con tu protagonista sea máxima, y no te importa sacrificar credibilidad, ritmo, conocimiento o diferentes puntos de vista para conseguirlo. Lo que quieres es que tu lector se meta de lleno en la piel de ese personaje.
¿Cómo? A través de un tipo de narrador en primera persona. Tu protagonista va a contar la historia desde sus vivencias. Y, por supuesto, lo va a hacer en presente (o a lo sumo recordando algunas partes).
Este es el caso de Amanecer Rojo, en donde el protagonista es el único narrador de los tres libros.
Algo así como que lleve una GoPro insertada en el cerebro: el lector ve, siente, oye y piensa lo mismo que él.
Narrador lejano
Por contra, muchas veces no necesitas que el lector sea tan consciente de las vivencias del protagonista.
Ahora la cámara que persigue al protagonista se desplaza, y lo hace al estilo de los videojuegos de tercera persona: puedes ver al protagonista, porque la cámara flota alrededor de él.
Eso te permite mover la atención de un lado para otro, sin tener que estar siempre siguiendo al protagonista.
Este dron en tercera persona que acompaña a tu protagonista es lo que se conoce como narrador equisciente.
En ciencia ficción es muy útil, porque te permite alejarte mucho del protagonista y hacer pequeñas descripciones del mundo que le rodea. Porque, aunque se puede hacer… ¿con qué excusa haces que tu protagonista con GoPro insertada en el cerebro te hable de la estructura social de su mundo? ¿O de su religión? ¿O de por qué su tecnología ha evolucionado tanto?
Opción 2: no narra el protagonista
Si quieres tener más margen de maniobra del que tienes con la GoPro de tu protagonista, pero tampoco quieres irte a la semideidad del narrador omnisciente, siempre te queda el narrador observador, narrador testigo o acompañante.
En estos casos, quien cuenta la acción no es Dios, ni el protagonista, sino alguien que ve, o vio, los sucesos de tu historia.
El ejemplo más conocido es el de Sherlock Holmes. Porque en las historias de Conan Doyle, el narrador es su acompañante, el Doctor Watson, y lo cuenta todo en forma de diario.
Pero además de ese narrador testigo clásico, existen otros muchos tipos de narrador testigo: impersonal, personal, cronista…
En definitiva
Elegir al narrador es un proceso esencial antes de lanzarse a escribir, incluso antes de lanzarse a planificar. La manera de contar una historia (tanto por el tiempo verbal, la persona o la estructura) depende al 100% del tipo de narrador que escojas.
Cada uno tiene sus ventajas y sus desventajas, y, todos son igualmente válidos. Piensa con detenimiento qué vas a necesitar del narrador de tu historia, de cómo quieres contársela al lector y de cuánto quieres que se acerque a las vivencias del relato para poder escoger el tipo de narrador adecuado.
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