Hay quien me dice que, una vez cogida una buena rutina de escritura, llegar a escribir un relato por semana (con una mínima calidad) es algo más o menos sencillo. La verdad, después de tanto tiempo intentando forzarme a hacerlo, he encontrado bastante difícil cumplir con esa afirmación.
De hecho, mientras rebuscaba en mi archivo algún artículo o relato que pudiera ayudarme a romper el atasco creativo que llevo sufriendo desde el pasado mes de septiembre encontré mi propia entrada sobre cómo escribir un relato. Ya sabes que eso de ser padre te deja las neuronas un poco dormidas… así que volví a leerme mi propio artículo
El caso es que, tras leer Cómo escribir un relato, me encontré con que quizá le faltaba algo un tanto importante a ese artículo.
Así que hoy quiero ponerle remedio a eso.
Cómo escribir un relato
En esa primera entrada sobre cómo escribir un relato me centré en describir el proceso general para conseguirlo. Seis puntos (que podéis leer detallados pinchando aquí) que se pueden describir con una sola frase.
Elige un tema, decide el efecto que quieres conseguir, quién va a narrar esa historia, cuál va a ser su final, cómo vas a captar la atención de tu lector y por último… escribe.
He dedicado también bastantes esfuerzos a intentar transmitiros mi búsqueda constante de temas sobre los que escribir.
Sin embargo, no os he contado qué proceso concreto sigo yo para escribir un relato. Porque, al final, los seis pasos anteriores sirven como base para organizarse y empezar a escribir, pero hace falta un método un poco más concreto para unir todos los puntos y conseguir un texto final aceptable magnífico.
Así que vuelvo al ataque para intentar contestar esa pregunta: ¿Cómo escribir un relato siguiendo el método del copo de nieve?
El método del copo de nieve
Hay quien dice que el método del copo de nieve es la técnica de escritura que más utilizamos los que venimos de una formación y una profesión relacionada con las ciencias puras. Matemáticos, ingenieros, informáticos… A todos nosotros se nos presupone una cuadrícula mental a la hora de afrontar cualquier reto que nos propongamos. No es que siempre sea así, pero no es un pensamiento desencaminado.
Sin embargo, creo sinceramente que este es un método tan bueno como cualquier otro para que planificación y creatividad convivan en armonía.
Déjame explicarte el método básico, para luego matizarte cómo me dejo la libertad suficiente para no perder toda la creatividad del proceso.
Y de postre un ejemplo práctico.
Cómo escribir un relato: El método del copo de nieve
Se le llama método de copo de nieve por la referencia a una curva matemática llamada Copo de nieve de Koch. Esta curva es una curva fractal que, en su proceso más simple, se construye realizando un proceso iterativo que se inicia partiendo en tres un segmento de recta e insertando dos más en el tercero medio formando un triángulo equilátero.
Si, son demasiados detalles que puede que no te digan nada. Pero quédate con el concepto de proceso iterativo, que es la clave para ejecutar este método sobre cómo escribir un relato.
Además, para entender cómo funciona el proceso lo mejor es que veas por ti mismo cómo se construye esta estrella de Koch:
¿Y cómo se puede escribir un relato utilizando este método del copo de nieve?
1. Escribe unas pocas palabras sobre tu idea
En tu primera iteración lo harás sobre la idea general del relato. Conforme vayas avanzando irás añadiendo unas pocas palabras a tu semilla inicial.
2. Añade dos detalles más
Coge esa descripción inicial y dale dos detalles que no habías incluido en tu primera definición. Por ejemplo: crea un gancho inicial y dale un final.
3. Repite el proceso
Cómo escribir un relato no se limita a tener un gancho, un final y una idea. Repite los pasos #1 y #2 tantas veces como quieras.
Yo hay muchas veces que lo repito hasta crear una estructura muy detallada de la historia y otras muchas me limito a dar cuatro pinceladas antes de lanzarme a escribir.
Al terminar, tendrás de manera más o menos estructurada un guión básico de lo que quieres contar en este relato. Por norma general, aquí es donde termino yo de aplicar el método.
Los más puristas continuarían con este proceso iterativo para añadir más contenido a cada una de las frases anteriores. De este modo, molécula a molécula, terminaríamos construyendo un organismo vivo al completo. El problema que tiene hacer esto, es que no disfrutamos del proceso de escritura del relato. Al menos, yo no disfruto de una historia de la que conozco hasta el más mínimo detalle antes de ponerme a escribir.
NOTA: es importante destacar que esto sirve para ayudar a nuestra mente a obtener una visión global del relato. Si en algún punto de ese proceso en vuestra mente encajan todas las piezas y sentís la imperiosa necesidad de poneros a escribir… nunca, nunca desoigáis ese deseo.
4. Opcional: analiza tu idea inicial
Hay veces en que por mucho que te esfuerzas en repetir el proceso no encuentras el camino que debes seguir. La mayoría de las veces esto sucede porque, a pesar de que la idea inicial parecía muy buena, la realidad es que no tienes una idea lo suficientemente buena como para escribir un relato.
O, como me pasa a mí, porque has perdido el hilo de qué querías hablar o no te convence el resultado que estas obteniendo.
En estos casos mi recomendación es siempre desechar la idea y buscar otra con la que trabajar. Eso sí, guárdala para futuros momentos de inspiración
Ejemplo práctico: El comerciante de sueños
Un cómo escribir un relato sin demostración práctica sería algo parecido a intentar describirle a un ciego la diferencia entre los colores. Para poneros un ejemplo voy a utilizar el relato de Una Vida y un Sueño contenido en mi libro La imaginación también muerde. Si no lo has leído te recomiendo que lo hagas antes de continuar… ¡porque voy a destriparlo!
¡ALERTA DE SPOILERS!
El origen del relato fue muy sencillo. Mientras daba vueltas a mis cosas después de unos días con sueños que me hacían despertar más cansado de lo que me acostaba… me vino a la mente un concepto muy interesante: comerciar con sueños. Poder comprar y vender los sueños de otras personas que sabes que son mucho mejores y agradables que los tuyos.
Así que mi primera iteración fue esa:
- Comerciar con sueños
Más tarde, cuando cogí otra vez mi cuaderno y vi aquella idea, hice dos anotaciones debajo.
- Comerciar con sueños
- Pesadillas recurrentes
- Quiero deshacerme de ellas
Lo que me llevó al resto de preguntas: ¿quién podría comprar tus sueños? Y, ¿por qué querrías deshacerte de ellos? O, lo que es lo mismo, ¿cómo de malos tienen que ser tus sueños para que quieras venderlos?
Todo esto me llevó a preguntarme cuáles serían las consecuencias de hacer algo así. Porque tus sueños son tuyos… si los pierdes, los vendes o te los quitan… ¿qué pasaría?
Así que reordené mi esquema anterior y añadí otro par de ideas.
- Pesadillas recurrentes: el protagonista sufre vergüenza, dolo, miedo… todo lo peor que pueda pasarle.
- Quiere deshacerse de ellas: despierta tan mal que necesita buscar ayuda de manera desesperada.
- Así que alguien le dice que conoce a alguien que podría ayudarle.
- Comerciar con sueños: realiza la compra/venta y vive feliz un tiempo.
- Pero llegan las consecuencias: algo terrible sucede como consecuencia de haber hecho esa venta.
- Remordimientos: intenta volver a buscar al comerciante para deshacer el trato y…
Y ya está, ese fue mi esquema final. ¿Cómo decidí quién era el protagonista y qué era lo terrible que sucede al comerciar con los sueños? No lo supe hasta que redacté el primer punto de todos: el sueño. Porque el proceso de escribir y desarrollar una idea es donde realmente se ve cómo va a ser el reato.
Una vez que lo hice, fui rellenando los enormes huecos que tiene esa estructura de 6 puntos anterior, y el resultado…
Sería mejor que lo juzgaseis por vosotros mismos.
Conclusión
Escoge un tema o una idea. Es muy importante que la idea te permita diseñar un plan de escritura coherente y, sobre todo, que te atraiga. Y nunca deseches las ideas de manera definitiva. Yo almaceno todas esas ideas desechadas y las reviso cada cierto tiempo. ¿Quién sabe cuando van a evocarte una historia espectacular?
Después intenta crear un pequeño esquema con las escenas que se os ocurra que pueden ir bien con esa idea. Una manera de empezar, una imagen que tienes para un punto intermedio… lo que sea.
Y para terminar, rellena los huecos con todo el poder de vuestra creatividad. Porque la mejor manera de aprender cómo escribir un relato es… ¡escribiéndolo!
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