Ha pasado más de un año desde que hice una publicación sobre mi pérdida de fe en esta web.
O mejor dicho, desde que perdí la visión que me ha motivado durante tantos años a mantener este proyecto en activo.
Y te voy a contar dos cosas: qué es lo que pasa cuando pierdes la fe y qué es lo que pasa en tu alrededor, en tus conocidos, cuando la recuperas.
¿Sabes?
No todo lo que empuja los proyectos que realizamos debe ser cuantificable.
Euros, visitas, leads, clientes…
Son importantes, sí, y hay proyectos que viven o mueren según el dinero que te dan. Hay proyectos que crecen hasta convertirse en negocios de decenas de miles de euros y proyectos que mueren por no dar dinero.
Y este proyecto en concreto, El Rincón de Cabal, nunca ha sido el proyecto que más ha destacado. Bueno, sí, en visitas sí. Creo que lleva acumuladas ya 3.000.000 de visitas, que no son pocas.
El caso es que el 27 de abril de 2021 publicaba que había perdido la fe en esta web. Para cuando lo publiqué llevaba ya meses sin publicar un solo artículo o una sola reseña de ficción.
Los pocos que vieron la luz, fueron artículos para ganar más dinero. No para limpiar el espíritu.
Tampoco es que haya leído demasiada ficción entre 2020 y ahora. La pandemia, la puta pandemia, trajo muchos cambios a nuestras vidas. Y en la mía, uno de los más grandes fue dejar de leer y escribir ficción para centrarme en mi profesión, en la profesión que paga mi hipoteca, los colegios privados de mis hijos, los dos coches, las facturas y… Un montón más de cosas.
Es ahora, a finales de 2022, cuando me empieza a incomodar algo por dentro de la cabeza.
Lo llevo notando semanas, quizá meses, y el problema por fin ha germinado.
El Rincón de Cabal es el problema.
No, no es el problema, la ausencia de El Rincón de Cabal es el problema.
Leer he leído muchísimo. Libros para empresarios, sobre SEO, copywriting, psicología, mentalidad, hijos y cómo tratarlos mejor de lo que te trataron a ti…
También he escrito mucho. Un libro sobre cómo diseñar páginas web, cientos de artículos en distintas webs… y un correo al día desde hace casi un año entero (si quieres leer esas historias, te apuntas aquí).
Técnicamente, este ha sido el año que más he escrito de todos. No llegaré al medio millón de palabras escritas, pero las 300.000 sí que las alcanzo.
Pero nada, nada, ha sido ficción.
Y eso se va a acabar.
La cabeza, por analítica que sea, necesita una vía de escape.
Y la ficción, la escritura y la lectura de ficción, es la mejor forma que conozco de escapar de la realidad.
Bueno, quizá no la única. He descubierto los LEGO para adultos y son los que me han mantenido cuerdo los últimos años.
Esta decisión la tomé hace tiempo.
Si has seguido esta web, habrás visto que llevo dos meses reorganizando el contenido, publicando y corrigiendo relatos antiguos, mejorando artículos y publicando alguna reseña nueva.
¿Sabes qué pasó ayer?
Que me encontré con unos amigos que tenían invitados en casa. Pasamos a tomar algo con ellos y esos invitados, nada más verme, me preguntaron si había escrito algo más después de Mariposas de acero. Les dije que no.
Luego me preguntaron si había algo más que hubiera leído y les quisiera contar, que eran fans de mis reseñas y que los mejores libros que habían leído en los últimos cinco o seis años los habían sacado de mis recomendaciones.
También les dije que no.
Pero eso se va a acabar.
El Rincón de Cabal vuelve a abrir sus puertas, porque las buenas costumbres no deben morir.
La fe en nuestros proyectos es como cualquier otra energía.
A veces se gasta y hay que reponerla.
Yo, de una forma o de otra, ya la he repuesto.
Esta web utiliza enlaces de afiliación de Amazon. Cada vez que compras algo a través de ellos, estás apoyando mi trabajo con un pequeño porcentaje de lo que gastes.
¿Por qué NO puedes dejar comentarios?
Te seré sincero: porque no tengo tiempo para contestarlos.
Mi tiempo está dedicado a las personas que me han dado el permiso de escribirles un email todos los días con consejos para ganar dinero por internet y mejorar su calidad de vida, su conciliación.
¿Quieres que hablemos?
Entonces apúntate a ese newsletter que envío cada día y pregúntame lo que quieras en el primer correo que te envíe: