Un año más se termina y otro más empieza. Las carpetas se acumulan en el proyecto de Scrivener que tengo para esta web y ya son 5 los años que tengo llenos de artículos. Así que, como manda la tradición que inicié en 2015, llega el momento de hacer balance de 2018 y ver qué ha cambiado, cuánta gente ha pasado por aquí, qué es lo que ha gustado y a dónde vamos.
¿Vamos a destripar El Rincón de Cabal?
La primera semana de 2019 hablaré exactamente cuáles han sido los artículos más visitados de cada mes, del año y los que más gustan desde siempre.
¿De qué va a ir el balance de 2018?
Aunque parezca mentira, ningún año miro el balance anterior para ver qué escribir. Eso me obliga a explicar un poco cómo voy a organizarlo y, sobre todo, a pensar en cómo hacerlo. Es más trabajo, sí, pero me permite disfrutar de unas horas sumergido de lleno en todo lo que ha sucedido este año, sin limitarme a copiar y a pegar del año anterior.
Antes de nada, quiero deciros que voy a exponer las cifras reales. Si os interesan las horas que invierto, las visitas, páginas vistas y todo lo demás… este es vuestro artículo. Quizá os sorprenda y os aclare alguna cosa.
Lo primero que haré este año será analizar las cifras exactas del blog. Explicando un poco por encima lo que suponen con respecto a años anteriores.
Luego desglosaré los artículos que he escrito cada mes, con las visitas y el impacto que han supuesto.
Seguiré con un análisis de nuevos proyectos y cambios grandes que ha sufrido esta web a lo largo de 2018. Veréis que El Rincón de Cabal es solo la punta del iceberg.
Y terminaré hablando de Mariposas de Acero.
O, al menos, eso es lo que espero contaros. Me gusta hacer los balances sobre la marcha y puede que esto cambie antes de que llegue al final 😉
De hecho, no esperéis un artículo demasiado ordenado. Voy a escribir las ideas tal cuál me vengan.
El Rincón de Cabal en cifras
Vamos con los datos duros.
Datos del año 2018
Usuarios | 113.000 |
Visitas | 205.421 |
Tiempo medio | 3:04 min |
Día con más visitas | 1.238 |
Artículos publicados | 40 |
Horas invertidas | 124 |
Esto supone, aproximadamente, un 17% menos que en 2017 en cuanto a visitas/usuarios con un tiempo dedicado y unos artículos similares. Y supone un 30% menos que en 2016, con 48 entradas escritas.
¿Por qué?
Hay varios motivos que influyen en esta disminución:
- Tuve Google Analytics apagado casi un mes por un problema con el código. Es el precio que cuesta toquetear las cosas por dentro…
- He tenido las redes sociales mucho más olvidadas este año.
- He dividido mis esfuerzos entre otros proyectos que han mermado la fuerza de esta web.
- Dejé de publicar reseñas y eliminé varias de la web en 2017, algo que no perjudicó a ese año, sino a este.
Para casi todo tengo preparado un plan de acción para 2019, porque anticipándome a las conclusiones, no quiero que esta web pierda un ápice de la fuerza que tenía a finales de 2016 y quiero que en 2019 lleguemos a 1.000.000 de visitas totales. De hecho, ya se ve que este último trimestre todo está remontando.
Confieso que ha habido 3 meses de este año en los que eché un freno absoluto a esta web. No solo no publiqué nada, sino que no le dediqué ni un solo minuto.
Porque sí, aunque ya está superado, El Rincón de Cabal ha estado en la cuerda floja este 2018.
Artículos escritos en 2018
Aquí se va a ver muy bien esos tres meses malos que explicaba antes. Este año he publicado 40 artículos, algo similar a lo que hice en 2017, pero con una periodicidad mucho más volátil.
Estadísticas mensuales
Como una imagen vale más que mil palabras, aquí vienen tres:
Está claro que el esfuerzo en generar artículos camina de la mano con las visitas y los visitantes. No hay más que mirar ese repunte de final de año con respecto al aumento tan espectacular de artículos escritos.
Y lo más increíble es que, recuperada la pasión por escribir, los artículos tardan mucho menos en salir del horno. Aunque de eso hablaré un poco más abajo.
Otro detalle esclarecedor es cómo el cambio de rumbo que empecé a aplicar en septiembre ha tenido un impacto directo en el tiempo que permanece la gente en esta web. Puede parece un incremento absoluto muy pequeño (tan solo 25 segundos), pero estamos hablando de una media.
Hay artículos que sobrepasan los 10 minutos de tiempo con cientos de visitas. Sí, a veces escribo artículos un poco largos 😛
Dejaré que cada uno haga la lectura que quiera de estas gráficas, pero solo destacaré un dato. El esfuerzo en enero/febrero en Twitter era altísimo y el impacto en la web era mínimo.
Sin embargo, a finales de año, con ningún artículo programado en Twitter (con el consiguiente descenso en visualizaciones y followers, por el descenso de los retuits de los mencionados), las cifras del blog se han disparado.
Dentro de poco, explicaré por qué creo que es.
Lo que está claro es que la tendencia del año no ha sido positiva. Esta misma gráfica en 2015, 2016 y parte de 2017 es siempre ascendente. Más visitas/visitantes cada mes que pasa.
Pero en 2018 no…
¿Cuál ha sido el problema?
Perdí el foco original de lo que significa esta web para mí.
Así de simple.
Me esforcé por hablar de temas que, aunque son interesantes, no son lo que yo quería para El Rincón de Cabal.
Dejé de hablar de libros, que fue el origen de esta web.
Dejé de hablar de ciencia ficción, que era lo que más me gustaba.
Esas son las dos claves que me tuvieron bloqueado durante meses. Vistas ahora parecen muy sencillas de entender, pero me costó mucho darme cuenta. Y cuando digo «mucho» lo digo por el coste en tiempo, esfuerzo y ánimo.
Sí, me gusta hablar de cómo escribir, de cómo autopublicar y de otras muchas cosas que sé que os gustan a algunos de vosotros. Pero dejé de hablar con el corazón y empecé a hablar como si fuera un robot. Un robot mal programado, con un objetivo difuso que chocaba con mis tres leyes de la robótica personal.
Cuando llevas tantos años como yo escribiendo un blog, es fácil dejarse impregnar por las corrientes que llevan otras páginas similares. Como dos péndulos juntos en una pared, acabas sincronizándote sin darte cuenta y pierdes tu propia esencia.
En 2017 yo perdí esa esencia. Es algo que se aprecia muy bien en este gráfico de las visitas en 2017 y 2018:
2017 sobrevivió con el empuje de 2016, que se desinfló pasado el verano (primera crisis) y se mantuvo así hasta que este verano (segunda crisis) mantuve una reunión conmigo mismo para ver qué hacía. El resultado, a partir de septiembre de 2018, está claro, ¿verdad? La reunión fue un éxito.
Lo mismo me pasó con las redes sociales. El origen de mi cuenta de Twitter era hablar con vosotros, contaros cómo trabajo, qué hago, qué leo…
Durante 2017 convertí Twitter en un feed de artículos y noticias, sin ser mucho más que un bucle automatizado. Y eso también me quemó. Escribir en Twitter tiene que ser divertido, entretenido, no un suplicio al que te fuerzas una vez al mes para alimentar a la bestia.
¿Y la solución?
Menos automatismos y más personalización.
Otra vez es así de simple.
Hace dos o tres meses que no programo un solo tuit y el efecto de Twitter en esta web ha crecido muchísimo más que en el resto del año. Quizá no tanto en cifras absolutas (ver gráfica de tuits vs seguidores), pero eso nunca ha sido lo importante. Es mejor tener un lector que disfruta de lo que escribes y lo recomienda a todos sus amigos a tener mil lectores que pasan de todo.
Y lo mismo con esta web.
Aquí no queréis que os dé clase (para eso están mis otras webs). Queréis leer opiniones, queréis leer la realidad que hay detrás del trabajo de un escritor, las opiniones de un lector y esas pequeñas cosas que la vida nos enseña a todos conforme vamos cumpliendo años y recibiendo palos.
Tenéis otras muchas webs que hablan de temas técnicos para escritores y tenéis escuelas que os forman en todo lo que necesitáis saber para escribir.
Lo más difícil es saber cuáles te venden humo y cuáles no. Y por eso suelen gustar mucho más los artículos en los que os cuento cómo me han estafado, cómo me he dado cuenta de ciertos errores en mi rumbo, cómo ha cambiado mi manera de ver el mundo de la escritura (incluso temas tan estrafalarios como el coche eléctrico) y cuál es mi opinión subjetiva de muchos otros temas.
Por eso los artículos van a volver al origen de El Rincón de Cabal. Ya han vuelto las reseñas, han vuelto mis opiniones y se mantienen mis desvaríos sobre ciencia y tecnología.
Porque eso es lo que me gusta. Y cuando algo nos gusta, los demás lo aprecian mucho más que un artículo prefabricado sobre «las 10 cosas que deberías saber», «las claves para ser un escritor cojonudo» o «cómo vender 10.000 libros sin saber escribir».
Soy escritor, no profesor. Después de años dando clases particulares, en la universidad, como consultor… sé que no es lo mismo ejercer una profesión que formar a otros para ejercerla. Los enfoques son totalmente diferentes.
Y ese es el tercer error grave que he cometido con El Rincón de Cabal. Esto no es una escuela, es la página de David Olier. Escritor, ingeniero y fanático de la buena ciencia ficción y la buena fantasía.
En los últimos meses varios de mis lectores me han dado las gracias por uno u otro motivo. Me han dicho cosas preciosas que no reproduciré aquí por vergüenza absoluta (es más fácil decir cosas buenas de los demás que decirlas de uno mismo), pero todos coinciden en decirme que mis artículos son útiles, honestos y pragmáticos.
Y así es como tienen que ser. Útiles, honestos, pragmáticos y totalmente subjetivos. No tengo la verdad absoluta de nada, porque no creo que nadie la tenga, y en un arte como el de la escritura menos todavía. Os contaré lo que vivo yo, aunque podéis y debéis hacer lo que os dé la gana.
Porque son esos artículos los que más han gustado. Los artículos en los que hablo desde dentro. No a los artículos en los que hay una intención directa de explicaros cómo editar, cómo corregir o cómo hacer macramé.
Por eso…
Nuevos proyectos
Si me preguntaseis dónde aprender a escribir, os diría que buscaseis una escuela buena de narrativa. Si me pidierais dónde aprender a programar, os mandaría a una escuela de programación. Si quisierais…
A El Rincón de Cabal no venís a «aprender» en el más estricto significado de la palabra. Venís con otros objetivos Queréis opiniones, no sentencias. Queréis experiencias, no listas prefabricadas.
La prueba está en las cifras que obtienen mis artículos (como os contaré dentro de un par de semanas). No gustan más los que explican con pelos y detalles cómo hacer tal o cual cosa para autoeditar, gustan los que hablan de la parte humana que hay detrás.
Por eso este año he sacado de aquí todo lo que no eran libros, ciencia ficción u opinión. No hay más que echar un vistazo al menú para ver que la tienda ha desaparecido y los cursos han desaparecido.
Porque esta es la web de un lector y escritor. No un profesor, un experto en Scrivener o un desarrollador WordPress.
Proyecto 1: DavidOlier.com
Mi faceta de desarrollador WordPress y mi faceta de explicar WordPress para hacerlo fácil se fueron de esta web a principios de 2018.
Creé una academia online para aprender WordPress fácil y para ofrecer mis servicios como desarrollador web: davidolier.com.
El Rincón de Cabal no es sitio para hablar de WordPress.
Esa web funciona de manera autónoma y tiene una academia con un buen montón de alumnos (escritores y emprendedores) que disfrutan de los cursos en vídeo que les publico de manera periódica. Y digo disfrutar porque… ¿me pagarían cada mes si no lo hicieran?
De hecho, ahora estamos con uno de WordPress 5, aka Gutenberg, por si os interesa 😛
Proyecto 2: Mantenimiento web
Siguiendo la filosofía de hacer webs focalizadas en un tipo de contenido, este año he terminado de montar una web para controlar todos esos mantenimientos de webs hechas en WordPress que hago para escritores, blogueros y otros profesionales.
Así que creé mantenimientowebescritor.com hace unas semanas (o meses, ya no me acuerdo).
Si queréis olvidaros de la parte técnica de vuestra web, ese es el mejor sitio que encontraréis para conseguirlo.
Proyecto 3: Scrivener.es
La joya de la corona.
El Rincón de Cabal tenía (y tiene) una sección sobre Scrivener que se ganó mucho éxito hace tiempo. Tutoriales, consejos y cursos. Sin embargo, esa misma sección que tantos éxitos me traía, me rompía los esquemas cada vez que intentaba simplificar el menú.
Literatura, ciencia ficción y…. ¿Scrivener? No terminaba de encajar. Aún si esto fuera una escuela narrativa tendría sentido. Pero en una web de lectores y escritores, Scrivener se quedaba un poco cogida con pinzas.
Por eso, y porque tengo una concesión oficial para usar la marca registrada de Scrivener en español, creé la academia online de Scrivener en español. Una web que solo habla de Scrivener.
Una web que también se lleva todo lo que he aprendido en desarrollo WordPress y tiene más cosas hechas a medida que el vestido de boda de una reina. Etiquetas que cambian de manera automática, textos superpuestos, botones que aparecen y desaparecen en función del tipo de usuario que vea la web…
Sé que solo yo aprecio la mitad de esos detalles, pero estoy muy orgulloso de lo que tiene esa página web por detrás.
Proyecto 4
No puedo contar mucho del proyecto 4 todavía, pero sí puedo decir que no va a tener nada que ver con lo anterior. Mi objetivo es seguir diversificando ingresos semi-pasivos por diferentes vías.
Me he dado cuenta de que los proyectos anteriores exigen mucho tiempo por mi parte y, ante todo, soy escritor. En 2019 quiero dedicar al menos un 50% de mi tiempo a escribir.
Y como el dinero no cae del cielo, si reduzco el número de proyectos de desarrollo que hago cada mes, tengo que obtener ingresos de otros lados. Esto no quiere decir que no vaya a seguir haciendo webs, modificaciones o cursos. Solo que se van a quedar al ritmo que han ido en 2018, no van a aumentar.
En 2019 espero crear muchas webs que, una vez en el aire, vuelen solas.
Mariposas de Acero
Para terminar, no puedo irme sin hablaros de la novela de la que tanto os he hablado durante los últimos 18 meses (más o menos).
Mariposas de Acero es, sin lugar a dudas, el gran proyecto de 2018. Una novela distópica con un buen toque cyberpunk que está disfrutando de una reescritura completa. Un mundo complejo, una historia compleja, llena de facciones e intereses, en la que el balance entre la trama y las descripciones es realmente complicada.
Habré escrito, entre idas y venidas, casi 200.000 palabras de Mariposas de Acero desde que la empecé. Estoy muy, muy cerca de terminar el segundo (tercer) borrador que será el definitivo, pero todavía falta un poco de tiempo para que vea la luz.
¿Por qué? Porque escribir parece fácil, pero hacerlo con una calidad narrativa que haga que alguien tan exigente como yo esté satisfecho es… bueno, largo, laborioso y difícil.
Reescribir un manuscrito completo es una locura.
Y no me voy a extender más, porque en cuanto termine de escribir contaré con pelos y señales cuántas horas se ha llevado la novela y en qué se han ido.
Solo puedo anticipar que ya supera las 350 horas de trabajo…
Resumen
Más naturalidad, más libros y más opiniones, con menos artículos didácticos. Quizá me equivoque en mi lectura de los datos de 2018, pero de eso era de lo que hablábamos aquí hace 3 años. Y las cifras eran mejores en… todo.
Además, llevar un blog es en parte cosa de los lectores, pero es la persona que está detrás de la página web la que lleva toda la carga. Si se pierde el foco, si los temas dejan de interesarte… mal camino lleva ese blog. Yo he recuperado las ganas por escribir en el blog gracias a las reseñas y a artículos como El arte de aprender y la humildad de dejarse enseñar, que tiene unas cifras increíbles y no tenía ningún objetivo comercial.
Por lo demás: feliz salida de 2018 y feliz entrada en 2019. El Rincón de Cabal se despide hasta el año que viene. Algo que suena a mucho, aunque solo sea por 4 días.
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