Hace algunas semanas, cuando empecé a planificar la escritura de la novela de El Asesino Sin Nombre, me surgió una duda que, a pesar de parecer muy simple, me quitó el sueño durante algunos días: ¿cuántas escenas tiene que tener una novela?
Llevo tiempo trabajando sobre una idea, he escrito una breve sinopsis, tengo las escenas clave, casi todos los personajes desarrollados, una serie de tramas en mente y… ¿y ahora qué?
Está claro, tengo que planificar mi novela. Sin embargo… ¿de cuántas escenas dispongo para hacerlo? ¿10? ¿50? ¿100?
No es que sea obligatorio planificar tanto detalle de una novela, pero es que no quiero que me pase lo mismo que me sucedió con mi anterior proyecto novelesco Eva.
La importancia de las escenas
¿Y qué pasó con ese proyecto? El resumen extremo sería el siguiente: abandoné mi primera novela porque no trabajé sobre una escaleta previa. Iba construyendo la historia sobre la marcha, sin tener demasiado claro dónde quería que terminase ni qué quería transmitir con ella. En definitiva, me sentía incapaz de resumir la idea en un par de sencillas frases o de explicar a otros cuál era su núcleo. Así que perdí la fe en mi propia idea y dejé de escribir.
Por lo que, después de algo más de un año y medio escribiendo y estudiando sobre cómo escribir, para este proyecto he decidido optar por un modelo de planificación clásico: he creado una escaleta con toda la secuencia de escenas que espero incluir en el manuscrito.
Y aquí viene la pregunta del millón: ¿cuántas escenas debería contener esa escaleta?
Antes de planificar: escenas y escaletas
Podríamos destacar 4 de los métodos que se suelen usar para planificar novelas (y que a mí me gusta mezclar): la sinopsis, el método del copo de nieve, el método de los tres actos y el método tradicional.
¡Vaya caos! ¿Tantos métodos diferentes para ni siquiera haber empezado a escribir? Tranquilos, no es para tanto. Solo es una manera de ponerle nombre a las cosas que hacemos de manera intuitiva. Si no comprobadlo vosotros mismos:
- La sinopsis – Me gusta empezar con un resumen muy breve (dos o tres párrafos) sobre cuál es la historia que quiero contar y qué quiero conseguir con ella. ¿A quién no?
- El método de los tres actos – ¿Cuáles serán los desencadenantes de cada acto? ¿Qué gancho voy a utilizar? ¿Cuándo alcanzaré el climax? ¿Y cuando descarrilará la historia hasta llegar al final? Vamos, que defino las 4 o 5 escenas clave del libro.
- El método del copo de nieve – Del que ya os hablé hace un tiempo en este artículo. Teniendo las escenas clave, trabajo sobre un pequeño esquema de qué escenas o acciones pueden llevar al lector de una escena clave a otra.
- El método tradicional – Finalmente, teniendo todos los ingredientes anteriores, me zambullo en la creación una escaleta completa.
Así que, como veis, baso mi escritura en la definición de las escenas que componen el texto. Pero…
¿Qué es una escena?
Una escena es la unidad básica de la trama. Es decir, cada parte de la trama cuyo objetivo, escenario y personajes son invariantes.
Poniendo un ejemplo sencillo:
Una persona está pidiendo disculpas por teléfono a su mujer. Cuando cuelga, le relata lo sucedido a su amante
La conversación telefónica, que involucra al hombre y a su mujer (y tiene lugar en el espacio radiofónico) sería la primera escena. Mientras que la conversación con su amante sería una segunda escena.
Aunque ambas comparten al protagonista y, al menos físicamente, también la ubicación, el contenido y el aporte para la trama global son claramente distintos: por un lado podemos ver que parece querer reconciliarse con su mujer, mientras que por el otro vemos que no tiene ninguna intención de dejar de ser un capullo. ¿Me he explicado?
Y esto me ayuda a contestar la segunda pregunta.
¿Qué es una escaleta?
Una escaleta es el listado completo, esquemático y secuencial de las distintas escenas que componen la historia.
Al más puro estilo de un guión de cine: una escaleta consiste en un resumen de cada escena situado en el mismo orden que aparecerán en el resultado final. Describiendo para cada una de ellas (y como mínimo) lo siguiente:
- ¿Qué sucede?
- ¿Quién participa?
- ¿Dónde sucede?
Y la cuarta que, según mi experiencia, es vital para mantener vivo el hilo conductor y tener claro hacia dónde estamos llevando al lector:
- ¿Para qué estamos haciendo esa escena?
Es la herramienta que nos permite (casi de un vistazo) ver por dónde fluye nuestra historia. Qué sucede cuándo y por qué.
Podéis leer más sobre la escaleta pinchando aquí.
Recapitulando…
Sabiendo que las escenas son los ladrillos de nuestra historia y la escaleta el plano que nos indica dónde y cómo ponerlos… vuelvo a lanzar la pregunta que me ha llevado a escribir este artículo: ¿Cuántas escenas tengo que escribir para mi novela?
La mayoría de los artículos que he encontrado hablan de que no existen reglas sobre cuál es el número adecuado para una novela. De hecho, a grandes rasgos, estoy de acuerdo con esa afirmación. Sin embargo… ¿cómo puedo diseñar una escaleta completa para mi novela si no sé cuánto es mucho o poco?
Si, a veces soy un poco cuadriculado. Pero cuadriculado al estilo de un ingeniero que ha dedicado muchos años al mundo de la consultoría… Necesito tener una estimación inicial (por inexacta que sea) para saber a qué atenerme. Algo que, con experiencia y práctica, cada vez será más fiable y nos permitirá conocer de antemano la longitud (en tiempo y páginas) de nuestra novela.
¿Por qué es importante conocer el número de escenas?
Porque, a pesar de que una escaleta de planificación no es más que una guía sobre la que luego vamos a re-trabajar un montón de veces… ¿cómo podemos saber si estamos creando una historia monstruosa o microscópica?
Imaginaos una situación en la que vuestra escaleta tiene 250 escenas. La historia que contáis os tiene atrapados, está hilada a la perfección y veis que tiene un potencial enorme. Después de lanzaros a escribir el primer borrador, os encontráis con que vuestro manuscrito consta de 1200 páginas. ¿No creéis que hubiera sido mejor idea descubrir esto antes de empezar y haber planificado escribir dos libros en vez de uno? ¿O una saga?
O incluso el caso contrario. Vuestra escaleta consta de 40 escenas que cuentan una magnífica historia y, al terminar, os encontráis con un libro de escasas 175 páginas. ¿No hubiera sido mejor detectarlo antes para incluir alguna otra sub-trama?
No sé vosotros, pero yo no quiero encontrarme otra vez en la situación de tener un borrador en mis manos que, por no haber sido previsor, va a ir al cubo de la basura.
Cómo calcular las escenas de un libro
Así que después de investigar sobre el asunto y no encontrar ninguna respuesta que me satisficiera, he llegado a dos conclusiones que quisiera compartir con vosotros al respecto de como calcular, grosso modo, la cantidad de escenas que pueda tener vuestra novela.
1# Número de escenas según vuestros textos anteriores
Antes de continuar debo confesar que este método, aunque no consigo recordar ni encontrar la fuente, no ha sido obra mía. Pero es el que he utilizado para hacer una estimación de las escenas que debería abarcar mi novela, así que os invito a utilizarlo.
El sistema es muy sencillo: a partir de otros textos que ya hayas escrito, el objetivo es sacar la media de longitud de tus propias escenas. Así, en función del número de páginas que quieras que tenga tu libro, podrás hacer el cálculo de cuantas escenas debería abarcar
Casi cualquier programa de escritura os puede dar el número de palabras escritas. Basta con que dividáis ese número por la cantidad de escenas que hay contenidas en ese texto y… ¡bingo! Tendremos las palabras medias por escena.
Que en mi caso es algo así como 1400/1600 palabras.
Así que, si partimos de ese dato el proceso es el siguiente:
- Una página (por norma general) tiene 2000 caracteres.
- La media (en mi caso) es de unos 6 caracteres por palabra.
- Por lo que cada página tiene unas 333 palabras.
Si queréis escribir un libro con una longitud más o menos estándar de 350 páginas este sencillo cálculo os dará el número estimado de escenas:
(Nº Páginas) * (Nº palabras por página) / (Nº medio de palabras por escena)
Algo que, nuevamente en mi caso, hace que para un libro de 350 páginas el número de escenas sea de entre 73 y 83.
2# Número de escenas según otros libros del género
Sí, cuando se me mete algo entre ceja y ceja… puedo llegar a hacer cosas tan absurdas como esta.
¿Qué mejor ejemplo de cuántas escenas debe tener un libro de determinado género que contar las que tienen los libros de otros autores?
Basta con que cojáis un par de novelas de algún escritor que os guste y contéis las escenas que tiene. Lo normal es que sea algo tan fácil (y aburrido) como contar cada salto de párrafo o de capítulo.
Es obvio que depende del estilo de cada escritor, y que la longitud de las escenas puede variar desde unas pocas frases a varias páginas seguidas. Sin embargo, es un buen proceso de aprendizaje el comprobar qué es lo que están haciendo otros escritores de tu mismo género.
Haciendo este cálculo, por ejemplo, con las novelas de Versos, canciones y trocitos de carne de César Pérez Gellida, me sale que para un libro de 350 páginas, debería tener unas 70 escenas.
Como veis, ambos métodos dan un resultado bastante similar.
Conclusiones
Si sois de esos escritores que basáis vuestros esquemas literarios en una escaleta con su secuencia de escenas, es más que posible que os interese poder calcular cuántas escenas tenéis disponibles para contar vuestra historia.
Saber de cuantas escenas disponéis en cada acto puede condicionar en gran medida el desarrollo de vuestras tramas. O incluso puede haceros pensar que podéis tener entre manos una serie de libros en vez de una sola novela.
Sea como fuere, calcular el número de escenas es algo de cierta importancia pero que, como todo en este mundo creativo, debe ser utilizado con cautela. No coartéis vuestra libertad creativa porque un cálculo os dijo que teníais que escribir 80 en vez de 100.
Y vosotros… ¿cómo determináis la longitud (en escenas) que debe tener vuestra novela?
Esta web utiliza enlaces de afiliación de Amazon. Cada vez que compras algo a través de ellos, estás apoyando mi trabajo con un pequeño porcentaje de lo que gastes.
¿Por qué NO puedes dejar comentarios?
Te seré sincero: porque no tengo tiempo para contestarlos.
Mi tiempo está dedicado a las personas que me han dado el permiso de escribirles un email todos los días con consejos para ganar dinero por internet y mejorar su calidad de vida, su conciliación.
¿Quieres que hablemos?
Entonces apúntate a ese newsletter que envío cada día y pregúntame lo que quieras en el primer correo que te envíe: