Hace un tiempo hablé sobre el teletransporte, sobre qué opciones existen (en la realidad y la ficción) y qué ventajas/desventajas tenía cada uno. Pero, ¿qué hay de los peligros del teletransporte?
El teletransporte es algo que todos hemos deseado alguna vez (sobre todo los que hemos perdido semanas de nuestra vida viajando). Es un tema muy recurrido en las historias de ciencia ficción y es un avance científico que a nadie le importaría ver hecho realidad.
Teletransportarse está muy bien en la ficción pero, ¿qué pasaría en la realidad? Si de verdad existiera, ¿de qué deberíamos tener miedo?
Lo etéreo de los peligros del teletransporte
Si hablo de un viaje espacial, todos vemos más o menos igual los peligros que tiene:
- No llegar al destino.
- Que no haya destino.
Explosiones, fallos generales, oxígeno, combustible, radiación… Los peligros son reales y tangibles. Pero son peligros binarios: o vives, o mueres. No hay muchos estados intermedios en un suceso catastrófico durante un viaje espacial.
Sin embargo, al hablar de los peligros del teletransporte, el tema se vuelve más complicado y menos concreto.
Gracias a Lágrimas en la lluvia, de Rosa Montero, (que me recordó la lista de peligros del teletransporte que escribí hace meses para el artículo Cómo escribir ciencia ficción creíble: el teletransporte) hoy vamos a poder reflexionar sobre el potencial que tiene la parte negativa de una tecnología.
Potencial para crear historias, se entiende.
6 peligros del teletransporte
De un tiempo a esta parte, vengo pensando en crear una sección del blog que sea la ciencia ficción del mal. Todo lo que gira en torno a las megacorporaciones, dictadores, imperios… y demás enemigos de la humanidad.
Analizar las tecnologías desde un punto de vista de malo de película. De mente malvada y retorcida, cuyo único objetivo es causar daño, obtener poder y controlar a los demás.
Podríamos decir que, de una manera implícita, esa sección ya existe:
Pero hoy va a ser el primer artículo que tiene como origen (y no como consecuencia) esa maldad de la que hablo.
Empezaremos por los peligros más mundanos del teletransporte, peligros indirectos que son consecuencia de la tecnología, y seguiremos con los más… imaginativos.
Robos, asaltos y asesinatos a distancia
El primero de los peligros del teletransporte depende mucho de cómo diseñemos el sistema. Sin embargo, cuando pienso en la capacidad de teletransportarse, no puedo evitar pensar en lo contrario.
¿Cómo podríamos proteger nuestro hogar ante esos teletransportes?
Si la gente puede ir y venir desde y hasta donde quiera a su antojo… ¿cómo podemos protegernos? Los bancos, las cajas fuertes, los búnkers… ninguna protección física tendría sentido.
Un ladrón o un asesino camparían a sus anchas por el planeta. Un millón de dólares por aquí, una bomba por allá… Los peligros del teletransporte no regulado y de fácil acceso (es decir, sin una plataforma de origen y otra de destino que estén fijas) son infinitos.
Monopolio del transporte
Ya lo avisé en el artículo sobre megacorporaciones: uno de los elementos esenciales en muchas historias de ciencia ficción son las grandes entidades corporativas destinadas a explotarnos. Casi cualquier mundo ficticio de ciencia ficción futurista, suele tener una (o bien un gobierno dictatorial que ejerza sus funciones).
¿Qué haría el mundo entero si mañana tuviéramos teletransporte? Regularlo. Añadir leyes, normas, restricciones y… precios.
Uno de los grandes peligros del teletrasnporte es la empresa que tuviera el monopolio de los viajes instantáneos. Esa empresa, como veremos un poco más adelante, controlaría el mundo entero. No solo a través del transporte instantáneo de personas, sino de materias primas, información, equipo…
El comercio, el transporte, la investigación, la minería, la… todo dependería de ellos.
Transmisiones incompletas
El teletransporte no es más que el envío de cierta información del punto A al punto B. Esa información, en este caso, seríamos nosotros mismos; pero los problemas de un envío de datos serían los mismos.
¿Qué pasaría si perdiéramos parte de la información por el camino?
Otro de los grandes peligros del teletransporte es dejarnos cosas por el éter cuántico a través del cuál viajaríamos. Un brazo, una pierna, el hígado… e incluso nuestra mente.
Mutaciones
Eso me lleva a otro de los peligros del teletransporte fruto de una transmisión como esta. Desmontar el cuerpo, meterlo en algo y reconstruirlo en el destino tiene que implicar la alteración de las células.
Esa alteración, bien por una radiación indeterminada fruto del viaje, de la tecnología en sí, o fruto de la alteración cuántica de aparecer y desaparecer… podría implicar la alteración de nuestro organismo.
Casi seguro que aparecerían secuelas de algún tipo cuanto más se utilizase el teletransporte.
Robo de mentes
A día de hoy, no hace falta imaginarse una megacorporación como Umbrella, las grandes empresas especulan y comercian con nuestros datos. Nuestro comportamiento, nuestros gustos y nuestros deseos, son la moneda de cambio para Google, Facebook y cualquier gran empresa que se te ocurra.
Quieren saber cómo pensamos para poder vendernos mejor sus anuncios y sus productos.
¿Os imagináis qué pasaría con esa empresa que se dedica a copiar y enviar personas enteras?
Teletransportarse implica leer y copiar toda la información en el origen y reconstruirla en el destino. Esa información son nuestros datos corporales (genial para cualquier venta de productos o servicios médicos) y nuestros datos mentales (es decir, nosotros mismos como seres humanos).
Al dar acceso a una empresa a teletransportarnos, le estaríamos abriendo de par en par las puertas de nuestra mente. Ese es uno de los peligros del teletransporte que más miedo debería darnos.
Porque…
Robo de cuerpos
Si pueden copiar toda esa información y pueden crear cuerpos en el destino que nosotros queremos, ¿qué les impide hacer una segunda copia de todo para su propio beneficio?
Entras por el arco del teletransporte y sales en tu destino. Pero en el origen se hacen con tus datos y crean a un segundo tú para sus propios fines.
La mano de obra perfecta: un cuerpo funcional con una mente funcional que no existen en el sistema. Seres humanos sin derecho a existir y controlados por aquella empresa que los ha creado. Este es el mayor de los peligros del teletransporte.
Al menos, claro está, partiendo de unos supuestos tecnológicos que lo permitieran y de una carencia completa de ética y moral en sus dueños.
En resumen
El teletransporte como concepto suena maravilloso. Viajar a donde quieras sin docenas de horas de viaje. Visitar Tokio y dormir en tu casa de Madrid, volver de fiesta sin pasar por un taxi ni coger el coche o mover un equipo científico a la luna.
Todo parecen ventajas cuando hablamos de él, aunque la realidad es que los peligros del teletransporte son muchos y muy reales. Aquí os he expuesto 6 con los que mis ideas de escritor ya han coqueteado, pero si os paráis a pensarlo un momento seguro que encontráis 6 más.
Esta web utiliza enlaces de afiliación de Amazon. Cada vez que compras algo a través de ellos, estás apoyando mi trabajo con un pequeño porcentaje de lo que gastes.
¿Por qué NO puedes dejar comentarios?
Te seré sincero: porque no tengo tiempo para contestarlos.
Mi tiempo está dedicado a las personas que me han dado el permiso de escribirles un email todos los días con consejos para ganar dinero por internet y mejorar su calidad de vida, su conciliación.
¿Quieres que hablemos?
Entonces apúntate a ese newsletter que envío cada día y pregúntame lo que quieras en el primer correo que te envíe: